miércoles, 14 de julio de 2010

DEL LEER Y EL ESCRIBIR


Leer y escribir, son dos elementos básicos de la comunicación humana. Nuestra palabra escrita permite entrar en contacto con personas que tal vez distan de nosotros temporal y espacialmente. La palabra hecha tinta, hecha huella física, permite a su vez la apropiación del discurso ajeno por parte de quien lee.

La mística de la escritura y la lectura descansa en la permanencia de un discurso. De lo que se dice, y el eco que deja. Cuando leo suelo tener dos obligaciones, una comprender qué quiso escribir el autor, sus motivaciones, su lenguaje, qué crítica y que apoya.

E igualmente tengo la obligación de interpretar que me dice, cual es el vínculo que entablamos momentáneamente entre quien me escribe y yo, con todo lo implica ser este yo y no otro.

Una canción de Silvio Rodríguez dice: “estoy temiendo ahora no ser interpretado, casi siempre sucede cuando se piensa algo malo”. Ser interpretado, ser leído, no sólo es cuestión de la escritura. Se escriben relatos, poesías o fórmulas científicas, entre otras. Pero se leen también las épocas, sentimientos, gestos, acciones y expresiones de vida de los seres con los que habitamos.

Habitar es ser con otros, y leer a los otros es leernos con ellos, nunca podemos despegarnos de nuestra subjetividad cuando observamos un escrito o un acontecimiento. Cuando leemos lo hacemos con nuestros ojos cargados de historia e interioridad, aunque nos pongamos las gafas más objetivas, siempre miramos con nuestros ojos.

El oficio de lector, es un intento de ponerse gafas objetivas, pero de detallar la huella de las letras en nuestros ojos, de los sonidos en nuestros oídos, del contacto con el mundo en nuestra piel. Leer el mundo, y leernos en el mundo.

Fotografía de Nietzsche


Nietzsche (1844-1900) afirmaba que la lectura era un ejercicio rumiante, igual que las vacas que mastican varias veces su alimento, así nosotros al leer debemos masticar, saborear varias veces lo que leemos. Una lectura rápida será a lo sumo una probadita, pero no sabremos identificar la totalidad de la lectura, sin darle tiempo a que las palabras, las imágenes y los sonidos se sedimenten en nosotros.

La lectura suele ser más común que la escritura, la gente lee más de lo que escribe. Pero aun así, el analfabetismo en el mundo entero es un problema de grandes proporciones y en Colombia por ejemplo el analfabetismo llega al 7,3% , según cifras del mismo Ministerio de Educación. Sin hablar del iletrismo que es un analfabetismo práctico, pues aunque alguien sea alfabetizado, en la práctica la lectura se limita a cuestiones instrumentales como leer un aviso o la marca de un producto.

En el conjunto de la cultura nuestras sociedades valoran la labor del escritor, recordamos el nombre de esos grandes personajes que han consagrado su tiempo a narrar lo que su época le imprime. Siempre ha existido cierta admiración al supuesto altruismo de quien escribe, creemos que ser escritor es algo noble y hasta filantrópico.

Más hoy en la era de la globalización y el capitalismo, las editoriales son grandes conglomerados económicos y el escribir un rentable negocio. Aunque leer no sea algo nocivo, sea cual sea la lectura. Los escritores Best-seller son comúnmente escritores que escriben para un cliente determinado. Sus deseos de escribir no nacen de la inspiración o epifanía, como nos decía Jorge Luis Borges (1899-1986):

“Empieza por una suerte de revelación. Pero uso esa palabra de un modo modesto, no ambicioso. Es decir, de pronto sé que va a ocurrir algo y eso que va a ocurrir puede ser, en el caso de un cuento, el principio y el fin. En el caso de un poema, no: es una idea más general, y a veces ha sido la primera línea. Es decir, algo me es dado, y luego ya intervengo yo, y quizá se echa todo a perder.”


Los escritores como Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Paulo Coelho y todos los demás autores de superación personal, suelen pensarse sus escritos como productos rentables que se venden como pan caliente para un tipo de consumidor determinado. Las editoriales muchas veces ponen en circulación libros sobre el tema del momento. Por ejemplo, ¿Cuántos libros hay en el mercado sobre los secuestrados, la operación Jaque o sobre historias de la mafia nacional? Lo que indica que no se escribe porque se quiere, sino muchas veces porque es rentable.

Sin embargo, nuestros grandes escritores, lo son porque suelen parecernos sinceros. Escribir debe ser tan natural como hablar, pero “natural” no debe ser cualquier cosa. Nuestra escritura para merecer ser leída y recordada, interpretada e incluso malinterpretada debe seguir el ejemplo de aquellos grandes, que escribieron visceralmente. Sangrientamente, así debemos escribir, afirma Nietzsche:

“Entre todo cuanto se escribe, yo amo sólo aquello que alguien escribe con su sangre. Escribe tú con sangre, y comprenderás que la sangre es espíritu […] quien conoce a su lector no hace ya nada por su lector. Todavía un siglo más de lectores conocidos— ¡hasta el espíritu olerá mal!”. (1983:56)


Sentir la palabra, la magia que guarda. El secreto que nos oculta, pues siempre al leer un texto, algo se nos escapa. Incluso al escribirlo, la palabra desborda la intencionalidad con la que fue escrita y emergen por si solos los significados más plurales que podamos imaginar. Dejar a la palabra que se nos presente mágica y visceral, ese es el llamado de Nietzsche ese es el deber de quien escribe.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

-NIETZSCHE, Friedrich. (1983) Así Hablaba Zaratustra. Ed. SARPE. Madrid.
-BORGES, Jorge Luis. Fragmento Cómo escribir un texto.

2 comentarios:

  1. Luis Alejandro González Soto (10ª2)23 de julio de 2010, 13:04

    En la obra más famosa de Friedrich Nietzsche “Así habló Zarathustra” emanada de su pluma expone algunas de sus ideas fundamentales en forma poética – no olvidemos que Nietzsche no es propiamente un filósofo de formación, sino que procede del campo de la filología clásica y de la literatura.
    Lo cual influirá grandemente en sus obras ya que son menos sistemáticas que las de otros pensadores, pero mucho más ricas en imágenes y fuerza del lenguaje-.

    Algunas de sus ideas fundamentales las expone en una forma poético-metafórica: el desprecio por los débiles, los mediocres, los altruistas, los idealistas, por la igualdad, la cultura sedentaria, la abstracción, el ascetismo, el espíritu de obediencia, y la esclavitud política, y, por otra parte, la exaltación de la guerra como estimulante de energía, la vida triunfante, la afirmación gozosa de la voluntad, el “retorno eterno” idea que Nietzsche recoge de Heráclito, una nueva tabla de valores y el superhombre. Sus mejore páginas son de una extraordinaria poesía.

    Nietzsche cae dentro del positivismo porque niega la metafísica. Por su defensa de los valores vitales esta cerca del pragmatismo y anuncia la nueva “Filosofía de la vida”.

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  2. Daniel Andrés González Soto (10ª2)23 de julio de 2010, 13:46

    Crítica y Reflexión del Leer y el Escribir

    En este mundo tan frío y apagado, se presenta constantemente un cochambre oficinesco donde estamos inmersos en una sociedad donde la mezcolanza entre el individualismo y el analfabetismo crece con repetición. La solución mas evidente como lo hacen en Cuba los jóvenes que van a los lugares marginados a enseñar a leer y escribir.

    Así mismo Nietzsche en su exposición “Del Leer y Escribir” nos induce a escribir con sangre, expresando nuestro sentido critico-reflexivo, la sangre de los demás puede ser difícil de entender. Nietzsche odia a los ociosos que leen, yo odio a las que escriben con palabrerías.
    Nietzsche demuestra una batalla campal entre el Leer y el Escribir ya que dice que si todos aprendemos a leer afecta no solo al escribir, sino al pensar.
    Debemos escribir y sentenciar para que seamos recordados y no aprendidos de memoria. El leer y escribir son muy rudimentarios, si los utilizamos bien, seremos visionarios en el campo filosófico.

    En este debate Nietzscheano rumiar sintetiza devolver ya lo comido, o si no vomitarlo para que nos deje un sabor soso en nuestra boca; con esta idea quiere adentrarnos a que rumiemos con los textos.

    Si lanzamos al aire una tesis como esta: ¿Qué es una interpretación buena y una interpretación mala? y ¿En qué se diferencian? . Concluiríamos que depende del interprete y de su análisis; y a la vez una antitesis: ¿Para qué leer y escribir?, seria un pensamiento coco para personas pestilentes e irracionales.

    Como conclusión un ensayo deber ser y durar, como lo es una conversación buena y llevadera, pero eso depende de los diferentes tópicos expuestos y de la persona con quien se este dialogando o viceversa.

    El leer y escribir son de alta alcurnia, si los manejamos adecuadamente seremos trascendentes hacia lo que quiere Nietzsche, lograremos como él mezclar la poesía con la filosofía, ya que pueden ir de la mano y poder incitar al leer y al escribir.

    Poder mejorar una sociedad que esta en sombras dispersas y en una cárcel con barrotes largos, donde es difícil salir, pero gracias al leer y al escribir y a la filosofía se puede combatir la plaga mortuoria del analfabetismo que en vez de decaer esta creciendo gracias a un país donde el pensamiento radica en el egoísmo hacia el otro en ves de ayudarlo, el granito de arena hay que ponerlo todos , ya que queremos una Colombia ideal.

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